1.6.12

"El Juego de a mi me dice..."

 Hace muchos muchos años...en un lugar muy muy lejano a orillas de un gran lago surgió un reino... era un reino no muy grande, mas bien pequeño. el pueblo principal se encontraba pegadito al lago, la calles serpenteaban desorganizadas hasta llegar a la plaza principal donde se abrían paso hasta el mercado, allí se reunían todo tipo de comerciantes dispuestos a hacer fortuna con sus extraños productos y otros no tan extraños, la mayoría de estos mercaderes eran jóvenes aventureros decididos a hacer fortuna, habían salido de sus pueblos natales para buscar las maravillas del mundo... Saliendo por la gran puerta principal que poseía la muralla que protegía a la población  se encontraban millas y millas de tierras por cultivar, se veían los pequeños agricultores sembrando con ayuda de sus viejas mulas, lanzando las piedras que encontraban para facilitarse su trabajo y atizandole al animal para que fuese mas deprisa... desde cualquier punto de estos campos se veía perfectamente el pueblo, el ir y venir de los ciudadanos, los carros, los animales...pero...no se veía ningún atisbo de lo que debiera ser un castillo o una torre... Resultaba que el rey no había decidido aun donde construir su castillo, lo normal era entre las murallas del pueblo como en todos los reinos, pero este rey no estaba satisfecho con esta idea, quería un castillo diferente, majestuoso, que hiciese caer de culo a los otros reyes con solo imaginarlo...
Y no se le ocurría cómo...pasó noches enteras ideando planes de instrucción, mañanas y tardes hablando con grandes arquitectos y artesanos, pero ninguno era capaz de plasmar en un palacio las características que este rey deseaba... Se habló de un castillo sobre un árbol, pero un árbol de semejante tamaño tardaría siglos en crecer...También de castillos con formas inusuales, pero a este rey le parecían sumamente feos los que le habían presentado, uno con forma piramidal, totalmente cuadrado...redondo!... El pobre rey suspiraba preguntándose dónde quedo la imaginación de los ciudadanos...¿tan difícil era imaginar algo tan maravilloso?
Así pasaron las semanas y los meses y el rey seguía sin castillo... empezó a pensar que no tener castillo para un rey era como ser un caracol sin concha, era como ser una vulgar babosa y si él era una babosa no merecía ni ser rey ni tener castillo porque por su naturaleza las babosas jamas de los jamases tienen concha... y así el rey se deprimió...El pobre lo tenia todo, una buena esposa que le daba buenos hijos criados en buenas tierras en un buen pueblo con los mejores alimentos de la región pero no tenia castillo por lo que dejó de creerse rey, de vestir como un rey, hablar como un rey y empezó a actuar como un ciudadano normal y corriente y a mezclarse entre el gentío... pero jamas perdió la esperanza de construir su castillo ideal...

Un día, caminaba por el pueblo fijando se en cualquier cosa que le sirviera de inspiración; el musgo de las paredes de roca de la muralla, los hormigueros del suelo... Andando y observando llego finalmente a la plaza del mercado y comenzó a curiosear por los puestecillos que hasta eso momento había ignorado por completo... se encontró con que algunos de ellos tenían objetos que no había visto en su vida, un artesano había conseguido crear con cristal pequeñas esferas de colores totalmente  huecas  , este seria un material interesante o incluso podía plantearse crear su castillo dentro de una de estas esferas de colores, pero eran demasiado pequeñas y siguió andando...vio entonces una tienda de cañas, eran como ramas de arboles perfectamente cilíndricas y también huecas por dentro...pero le resultaron demasiado vulgares para un palacio... Mas adelante se encontró un puesto que le había dado una utilidad inusual las esferas de cristal del puesto anterior, las llenaba de agua y dentro guardaba peces... le gusto esta idea y decidió hacerse con un pez en esfera, se decidió por un pez diminuto de color verde amarillento metido en un cristal del tamaño de un puño y lo llevo consigo durante el resto de su paseo...siguió mirando puestos pero ninguno mas le llamo tanto la atención así que continuo andando hasta que llego a un embarcadero al borde del lago y ahí se quedo observandolo...
 Miraba junto al pequeño pez la inmensidad de aquellas aguas, esas enormes montañas cuyas cumbres eran rozadas suavemente por las nubes de algodón que surcaban a su vez aquel cielo azul intenso y limpio...le angustio la idea de retener a aquel pequeño pez junto a el en aquella prisión de cristal y quiso liberarlo en el gran lago. Entonces se dio cuenta de que en el agua se dejaban notar movimientos serpenteantes y asomándose un poco pudo ver dos grandes carpas naranjas del tamaño de un brazo de un hombre fornido, observo sus elegantes movimientos un rato mas en el agua transparente, los reflejos de sus escamas a la cálida luz del sol y poco a poco se fue adormeciendo gracias a la tenue brisa y así anocheció.

Cuando despertó todo estaba en silencio y vio reflejar la luna sobre el lago mientras se levantaba, suspiró un momento y entonces lo vio claro... no había ninguna isla en el lago pero, maravillado por la belleza de este en la noche decidió construir su palacio en sus aguas... con mucha prisa cogió a su pequeño pez verde y corrió con su esposa para conseguir reunir al día siguiente a quienes necesitaba para trazar su plan...

Alrededor de la mesa se encontraban nuestro rey, la reina, el joven mercader del puesto de esferas de cristal, un famoso arquitecto, un marinero, etc

Al poco tiempo de esta reunión comenzaron a surgir del lago una serie de tubos fabricados de cristal que parecían ramificarsse y enroscarse entre sí hasta formar una fuerte estructura parecida a la copa de un árbol que poco a poco se fue completando y rellenando de solidos bloques azul grisáceo que parecían estar constituidos por una roca translúcida y acuosa...todo ello daba paso a cuatro grandes torres que ascendían hasta el cielo progresivamente en tamaño, coronadas por unos tejados cónicos formados por multitud de escamas, fabricadas también de cristal, pero esta vez de un color naranja verdoso, el color de las hojas de los arboles justo en su transición al otoño, estas tejas relucientes también se encontraban rodeando toda la construcción de igual modo que lo haría una serpiente colosal. Un escudo de armas floreció sobre la puerta principal y de la base de dicha puerta nacía un majestuoso puente que conectaba por fin el castillo del rey con su amado pueblo.
Así por fin el caracol tuvo su concha, el rey fue feliz, pues no hubo nunca lugar que si quiera se acercase a su palacio en belleza y complejidad de formas, fue el castillo de sus sueños, el castillo donde vivió y murió nuestro rey, el castillo que permaneció ahí junto con el lago, las montañas y el cielo por siempre jamás.
Y colorín colorado este cuento se ha...

2 comentarios:

  1. jejeje que genial!
    a mi me gustaria un castillo que diera a una playa de aguas cristalinas, pero no me consideraria rey.. ._.

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  2. Sólo pueden construir castillos en el aire -estooo, en el agua- quienes tienen los pies bien puestos en la tierra (Terry Pratchett) ;)

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