3.2.11

Mucho peor que un simple golpe...

Puede que sea una fase, pero no me gusta.

Cuando sientes rayos por dentro, la cabeza te va a estallar, la gente habla, palabras que van hinchando la mente como si el aire se dilatase en un globo, cada vez más y más grande. Todo se mezcla y se hace un caldo espeso con grumos y burbujitas verdes amarillentas que te chorrea por la cara y te hace expresar tu asco, te dan ganas de vomitar, pero sabes que tienes el estomago vacío y que la única manera de calmarlo es...

 " El conejito blanco ya lo sabía, ya había estado pensando en ese momento mucho tiempo atrás, todo estaba preparado, la ventanas bien cerradas, la puerta tapiada, todo cerrado hemeticamente, nada ni nadie podría entrar... o salir...
Dibujo una sonrisilla macabra en su pequeño hociquito. Cuando se sintió satisfecho de todo miró a su alrededor y aguzó el oído... ¡Ahaaaa! ¡Ahí estaban!  bien hermosos, llenos de pelo como mal depilado, con sus ojos saltones rojos desviados a punto de explotar , esos enormes culos a escala, amarillos que dejan ver todo con su transparencia, ¡Ojalá fueran opacos, entonces serían menos desagradables! y por último esas repulsivas alas a juego, casi parecían idénticas, pero horribles esos dos moscones gordos e inmundos bichejos, el mayor error de la naturaleza...
Dio un cauteloso paso atrás y salto tras  el sofá, esperó el momento justo y ¡Zas!, no, no, no los mató, los capturó. El destino que les esperaba a esas dos pequeñas moscas era mucho peor que un simple golpe de matamoscas, mucho peor... Nadie saldria de allí en mucho tiempo..."

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